Con vestido gris

Un ejemplo de estilismo para un día de reuniones formales.

Soy una incondicional del vestido como pieza clave del vestuario profesional de la mujer. Es elegante, formal, femenino, fácil de combinar y perfecto para reuniones formales de trabajo, eventos, presentaciones…y también para compromisos de carácter más familiar como bodas, bautizos, comuniones…

Por eso pienso que invertir en un vestido es invertir en fondo de armario. Máxime si es en colores básicos como el negro, el azul marino, el gris…

El que ves hoy lo compré hace varias temporadas y lo reutilizo año tras año. En esta ocasión lo he “accesorizado” con un cinturón joya fino para contrarrestar la tristeza del color gris.