Entrevista a Anabel Vázquez, Fundadora de Laconicum: un site de cosmética muy selecta.
Persigue cremas como quien persigue sueños y desde que a los 18 años su madre le regalara su primer rouge de labios de Dior y un perfume de Chanel, la idea de montar un negocio relacionado con las cosmética no dejó de rondarle la cabeza…hasta que lo consiguió. Se llama Laconicum: un catálogo online con cosmética muy selecta, difícil de encontrar del que os he hablado en este y este post y que ¡engancha!
No te pierdas los consejos, rutinas y los mejores productos de esta beauty hunter.
¿Cuáles son en tu opinión los rituales de belleza imprescindibles para la mujer profesional de hoy en día?
La idea de someternos a una rutina larga y meticulosa de belleza nos encanta, pero es irreal. Es una utopía que sólo podemos llevar a cabo en vacaciones o en hoteles. Mis prioridades son claras: limpieza, hidratación y protección solar. Todo lo demás (mascarillas, sérums, exfoliantes…) son extras. Son muy necesarios también, pero son extras.
– ¿Cómo te preparas para tus jornadas de trabajo?
Soy rápida pero exhaustiva. Mi teoría es que si la piel está limpia y sana, es bonita. Por eso, por la mañana la lavo con agua fría y aplico aceite de rostro (tengo la piel muy deshidratada) en cuanto me levanto. Lo dejo actuar y veo que la piel va tomando un tono bonito y se espabila. Tras la ducha y el desayuno y los primeros mails comienza la rutina en sí: uso una hidratante con protección todos los días y encima añado más o menos productos. Todos los días me hidrato el cuerpo, no soy perezosa y ese momento me reconforta mucho: está lleno de sensaciones. Uso aceite sobre piel seca o hidratantes densas. Me gusta el gesto de extenderlas.
¿Maquillaje? Uso BB Creams o productos que unifiquen el tono y la textura como la No Foundation Foundation de Perricone o el Dream Skin de Dior. No salgo sin máscara de pestañas ni corrector o Touch Eclat (o ambos!) Uso colorete en crema que me aplico con golpecitos. Y siempre, siempre, llevo algo en los labios, puede ser un bálsamo o un labial rojo pero no piso la calle sin ellos. Ni sin perfume: puedo darme la vuelta en la calle para volver a casa si lo he olvidado. Soy una absoluta enferma de los perfumes, una usuaria infiel e incoherente que igual usa la Colonia Assoluta de Acqua di Parma, el 24 Bond Stret (Atkinsons), el 68 de Guerlain que me baño en Teint de Neige de Lorenzo Villoresi, uso los 1, 2, 3 de Sisley o lo que voy descubriendo en las perfumerías de autor de Paris. En los viajes siempre uso la Infusion d´Iris de Prada.
– Una beauty hunter como tú, que está continuamente probando nuevas cremas y descubriendo marcas…¿cuáles son tus 3 must have, en lo que a cosmética se refiere?
Me gustan muchísimos productos y, depende de la época, todos los considero imprescindibles.
1. Un buen aceite. Es brutal todo lo bueno que hace. Lo uso antes de lavarme el pelo, en el cuerpo y sobre la piel del rostro. El Face Oil for Glowing Radiance, uno de rostro de Ila Spa, es espectacular.
2. La Potion Infinie. Es la crema perfecta. Sin más.
3. Un labial. Me gustan los de Nars, Sisley, Dior y Lipstick Queen. El Eight Hours de Elizabeth Arden lo uso como el agua.
No paras por trabajo…viajes, visitas, Laconicum… ¿cuáles son tus rutinas y tus secretos para esta agenda?
Me encantaría que fueran originales, pero son fruto de la escasez de tiempo. Confesaré algunos.
– No uso cepillo ni secador para el pelo. Cuando está a punto de secarse me hago trenzas o rulitos que sujeto con horquillas y lo dejo secar. Deja efecto “pelo suciote y despeinado” que me gusta.
– A veces necesito ir a una cena o acto por la noche y no puedo pasar por casa. En esos casos, me hago una coleta, me doy dos toques de iluminador y me pinto los labios de rojo. Es rápido y efectista. Y se puede resolver en el taxi o en un semáforo.
– Me embadurno en aceite de cuerpo o crema hidratante antes de ir a la cama porque me gusta que se impregne el olor en las sábanas.
– Puedo sobrevivir con poco maquillaje, aunque tengo unas 30 o más barras de labios. Me gusta reproducir el efecto de “acabo de venir de correr 5 kilómetros”. Para eso uso colorete rosa. No me gustan las pieles mates, me gustan pulidas, con brillo sano.
– Algunas tardes uso una mascarilla revitalizante. Son estupendas para ese momento en que acabas de volver de trabajar, tienes que salir de nuevo y la piel grita: “no puedo más”. Ahí le doy un abrazo en forma de mascarilla. Me gusta Le Baume Celeste de Les Anges ont la Peau Douce o una de la línea Eau Thermal de Avéne.
– Una vez cada tres meses me hago un buen facial. Me gustan los de Slow Life. Aprovecho viajes para probar centros nuevos o tratamientos interesantes. Podría pasarme la vida dejándome cuidar.
– Aprovecho para pintarme las uñas cuando tengo mucho que escribir porque se secan mientras tecleo. Es un momento muy Mad Men primera temporada.
En Laconicum apostáis por una cosmética muy selecta y de nicho. ¿Qué productos recomendarías a las working woman?
Productos que ahorren tiempo y sean eficaces (y amables!) como La Potion Infinie. Se usa día y noche en rostro, cuello y contorno de ojos y sirve para todo tipo de piel. Todos los productos de Dr Jackson´s son estupendos: no sólo hidratan y nutren sino que dejan un tono de piel precioso. El kit de Swell también es muy cómodo: limpia de verdad y mantiene el pelo limpio más días de lo normal. Y lo puedes llevar en el equipaje de mano.
He leído en la prensa que para ti el nuevo lujo está en la transmisión del secreto. ¿Alguno que quieras compartir para las lectoras de WO?
Todas las marcas que tenemos, en realidad, son descubrimientos que María (la otra socia de Laconicum) y yo queremos compartir. A veces apetece guardárselos, pero hay que ser generosas con las cosas hermosas.
Muchas gracias Anabel por compartir tus rutinas y consejos con las lectoras de WO.
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